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domingo, 24 de noviembre de 2013

Sanidad Interior y Liberación

“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”      Juan 8:32
 Introducción
                                   Isaías 61          =          PROFECIA
                                    Lucas 4:16      =          CUMPLIMIENTO

El Señor Jesús comienza su ministerio dando cumplimiento a la primera parte de esta profecía. El declara que fue “enviado” con un propósito, fue “ungido” por el Padre con Espíritu Santo para hacer una obra especial de restauración y liberación al sufriente pueblo de Israel. Lucas 4:16
Veamos la lista de los que iban a ser beneficiados por este ministerio maravilloso:
· Los “abatidos” Salmo 136:23
· Los “quebrantados de corazón” Salmo 147:3
· Los “cautivos” Efesios 4:8
· Los “presos” Isaías 51:14
· Los “enlutados” Isaías 60:20; 57:15-18
· Los “afligidos” Salmo 22:24 y 31:7-10

¿Cómo iba el Señor a llevar a cabo su propósito?
El iba a:
· dar buenas noticias
· vendar a los quebrantados de corazón
· libertar a los cautivos
· abrir las cárceles
· consolar a los enlutados
· quitar la aflicción de su pueblo

¿Qué iba a darles el Señor a sus hijos?         Isaías 61:3
Gloria
Gozo
Alegría
Las 3 partes constitutivas del ser humano
Dios revela en su palabra que somos un ser cuya estructura consta de 3 partes. Esta triunidad indisoluble e interdependiente es lo que la Biblia llama: “Todo nuesto Ser”  1ª Tesalonicenses 5:23    Hebreos 4:12
Los antiguos profetas tenían conocimiento acerca de esta verdad, leamos por ejemplo: Isaías 26:9
Un reconocido maestro cristiano en Sicología lo define así:
            El hombre es un espíritu
                 que tiene un alma                         
            y que vive en un cuerpo.                  
Tomado del libro: “Curación de los traumas emocionales”

¿Qué es el alma y donde se encuentra?
La autora del libro ”Sanidad del alma herida” Arline Westmeier, conocida sicóloga y siquiatra cristiana, lo explica así:


3 partes perfectamente unidas entre sí,
a tal punto que cualquier cosa que afecta
a una de ellas, trasciende a las otras 2.


De modo que nadie puede decir que está perfectamente sano, si alguna de las partes de su ser esta enferma, herida u oprimida.
Los dolores internos no tratados, trascienden al cuerpo físico, a esto la medicina le llama somatizar (soma = es cuerpo).
Muchísimas enfermedades físicas han desaparecido cuando la persona a resuelto problemas y dolores psíquicos. Cuando ha sido consolada, amada y se le brinda atención y aprecio.

Creemos que el alma está conformada por una suma de facultades tales como:
· Mente: capacidad intelectual
· Razón: capacidad de pensar y juzgar
· Voluntad: capacidad de hacer o no una cosa
· Carácter: fuerza de ánimo, firmeza
· Pasiones: deseos, ambiciones
· Emociones: agitación del alma a causa de diversas impresiones
NOTA:
El espíritu es la parte más elevada del ser humano.
Existe una división difícil de establecer entre alma y espíritu, no obstante esa división es real tal como lo revela la palabra del Señor en Hebreos 4:12.
La verdad absoluta se encuentra en la palabra revelada de Dios, y haremos bien en recurrir a ella ante cualquier duda, en todo tiempo, y por sobre toda opinión humana, calificada o no.

El funcionamiento de la mente
La mente es la facultad intelectual del alma.
Esta diseñada para guardar información, para recordar episodios de nuestra vida y archivar imágenes.
El funcionamiento es complejo y se ha podido discernir solo en parte.
La hermana Arline Westmeier sicóloga y siquiatra cristiana, lo ilustra de la siguiente manera, en su libro “Sanidad del alma herida” Tomo 1



Acerca de la mente dice Dios:
Jeremías 17:10; 31:33                       Hebreos 10:16
La mente en su estado “consciente” guarda o “filtra” información de modo de retener solo aquello que le es de provecho, esto sucede en una mente adulta y sana.
Proverbios 4:13          1ª Tesalonicenses 5:21
Somos lo que pensamos, no lo que a menudo mostramos a los demás Prov. 23:7. Dios conoce la intimidad de nuestros pensamientos, por lo que conoce la persona que realmente somos, El desea ayudarnos a tener una mente sana y fortalecida y llena de su palabra. Quiere sanar todos los recuerdos dolorosos, aunque sean muy viejos y convertirlos en experiencias provechosas para nuestro prójimo.
Sobre la mente
Si nuestra mente está llena de la palabra sanadora de Dios, si está sujeta al Espíritu de Dios que opera en ella, si pensamos en lo bueno, lo honorable, lo que es digno de alabanza, si amamos verdaderamente a Dios con toda nuestra mente, y por último pero no menos importante, si desarrollamos la capacidad de perdón, nunca más el enemigo tendrá oportunidad de enfermar nuestras almas.
Citas importantes:      Mateo 22:37              
                                   1ª Corintios 2:16        Filipenses 4:8
                          Efesios 4:23 y 4:17

El alma herida
¿Qué es un trauma síquico, y como se produce?
1. Trauma es una herida que se produce en el alma, un impacto que por su fuerza, provoca un desgarramiento o perforación en la psiquis. Es un  sentimiento emocional negativo que deja una impresión duradera en el subconsciente.
2. Se dice que la mayor cantidad de traumas son producidos en la niñez de la persona, dado su incapacidad para operar con su mente, su alma se ve violada por acontecimientos que suceden a su alrededor, y que le afectan sin tener la posibilidad de rechazar o defenderse, casi nadie está libre de algún trauma producido en su infancia, pero todo lo vivido está en nuestra mente, y desde algún punto está causando dolor, y en muchos casos tiene que ver con la formación del carácter que hemos desarrollado.
3. Ahora sabemos la responsabilidad que le cabe a la mente como “guardiana”  del alma; si la mente en su estado consciente (ALERTA) no se defiende de las agresiones, pronto sentiremos que nuestra alma ha vuelto a ser herida y tendremos que recurrir al Señor por sanidad.
4. El enemigo de nuestra paz conoce cuales son las cosas que no podemos tolerar y nos ataca directamente en ese punto, cuando a logrado su objetivo, trata de hacernos “ver” y “creer” que Dios está lejos de nosotros, que está más dispuesto a bendecir a otros, a prosperar a otros, a elegir a otros, etc.
¿Cuáles son algunos síntomas que denotan un alma herida?
· Autocompasión
· Sentimiento de rechazo
· Sentimiento de inadecuación
· Vergüenza extrema
· Timidez extrema
· Miedo al fracaso
· Amor propio deficiente (por debajo de lo normal)
· Incapacidad para relacionarse socialmente
· Distintos grados de introversión
· Sentimientos de culpa
“Cercano está Jehová…”  Salmo 34:17-19
Comentario
El cuerpo físico puede ser:        
                                               Lastimado
                                               Herido
                                               Maltratado
                                               Enfermo         
                                               Etc.
Todo lo que le sucede a este cuerpo exterior se puede ver y eventualmente tratar y cuidar.
El alma (ser interior) también puede ser:      Herida
                                     Lastimada
                                     Maltratada
                                     Oprimida
                                     Enferma
Pero sus heridas no se ven, sus dolorosas llagas no están expuestas, sin embargo, son tanto o más dolorosas que las primeras.
Dios desea que sepamos que El está dolido por nuestros dolores. Isaías 53:3-5 y 7, y cercano a nuestras necesidades.
Jesús se sintió 
            Isaías 53:3-7


· Despreciado
· Desechado
· Quebrantado
· Menospreciado
· Dolorido
· Herido
· Molido
· Angustiado
· Afligido


 Mateo 26:38        .    Triste
En realidad, este delicado ser interior, es tan frágil y sensible, que estará expuesto a lo largo de toda nuestra existencia, no importa cuanto hemos crecido, aprendido o vivido; siempre habrá en nuestra alma un lugar vulnerable al dolor, y en cada etapa de la vida tendremos necesidad de consuelo y afecto.
Que el hombre sufre en su interior, es un hecho real y cotidiano. Que el Espíritu Santo vino en Cristo a consolarlo y sanarlo, es otro hecho. En Isaías 61, encontramos la palabra profética referida a esto, nuestro Señor fue enviado, revestido y ungido para devolver a Israel, en su momento, la alegría, el gozo y la salud espiritual.
Salmo 103:1-5       Perdona
Sana
Rescata
Corona
Sacia
 
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Testimonios tomados del libro:
“Sanidad del alma herida” Camino a la sanidad interior
de Arline de Westmeier
Cuando yo estaba estudiando enfermería, teníamos cinco profesoras que nos enseñaban a arreglar las camas, colocar inyecciones, etcétera. Siempre que yo tenía que hacer una demostración bajo la supervisión de la señorita Tiffany, parecía que mis manos se enredaban totalmente y que yo perdía el control, haciendo todo torpemente. Yo no podía hacer nada bien frente a ella, mientras que con las otras profesoras todo me salía a la perfección.
Me pregunté entonces por qué me ocurría esto, teniendo en cuenta que yo había trabajado en un hospital como ayudante y tenía suficiente experiencia. Un día la señorita Tiffany me preguntó por qué no me comportaba con ella como lo hacía con las demás profesoras. Yo no sabía la respuesta, y sentía tanto temor de ella que ni pude decirle cuánto le temía.
Posteriormente, en mis estudios de sicología y siquiatría, descubrí que la cara de aquella enfermera era muy parecida a la de mi maestra de tercer año de primaria, quien me infundía mucho temor, ya que me castigaba injustamente, parándome en frente de toda la clase por cosas que yo no había hecho. Como consecuencia, todo lo que esa enfermera me pedía que hiciera, resultaba mal; aunque ella no estaba directamente relacionada con las causas que generaban mi incapacidad. Yo había olvidado aquella maestra; sin embargo, ella me hacía comportar de una manera que yo no sabía explicar. No había desaparecido lo que me pasó en aquel año de primaria, estaba latente, aunque no podía recordarlo. Cuando lo logré recordar y lo saqué de mi inconsciente para poderlo solucionar, mi situación frente a la enfermera no me incomodó más.
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Yo tengo una cicatriz en mi rodilla derecha y puedo recordar muy bien su origen. Tenía ocho años y estaba sosteniendo una llanta sobre mis rodillas mientras mi hermano trataba de partirla con un cuchillo. Cuando finalmente lo logró, el cuchillo resbaló, causándome también una herida muy grande. Recuerdo muy bien cómo la sangre brotaba abundantemente y sentía un profundo dolor que me hacía gritar.
Nosotros vivíamos en una granja en las montañas de Pennsylvania; no teníamos mucho dinero y el médico vivía muy lejos de allí. Recuerdo perfectamente que mi madre me hizo sentar con mi pierna en otra silla y mis padres me llevaban de la silla a la cama y de la cama a la silla durante una semana, hasta que la herida sanó. Actualmente tengo una cicatriz, la cual permitiría pensar que el mejor médico me hubiera puesto los puntos. No me duele, y cuando me la golpeo no experimento ninguna molestia; puedo hablar de dicho suceso o puedo olvidarlo, ya no me importa. Todo esto es posible por el solo hecho de que he sido sanada totalmente.
Si la herida no hubiera cicatrizado, yo la tendría tapada con una venda. Yo estaría vigilando que nadie se acercara a ella, que no la miraran, y que ni siquiera me hablaran de ella. Me pondría muy enojada si alguien tratara de destaparla, porque me dolería; o la mantendría destapada, y estaría diciendo a todo el mundo: "Miren lo que hizo mi hermano, esa es la clase de hermano que yo tengo". Es decir, me mantendría yendo de un extremo a otro. Pero ya no tengo que hacer nada de eso, porque mi herida está sanada. La cicatriz permanece, puedo recordar
lo que pasó, pero ya no experimento dolor alguno.
Esto es exactamente lo que ocurre con nuestras heridas sicológicas cuando han sido sanadas. Podemos hablar de ellas sin tener que ocultarlas, pero ya no tendremos que hacerlo continuamente, porque el dolor que antes producían ha desaparecido.
  
Ejemplo de Oraciones para:
Recuerdos dolorosos:
Señor Jesús, sana los recuerdos dolorosos, y cierra las heridas de su alma, borra los efectos que el dolor haya producido en su carácter, que tu Espíritu entre como agua en su interior, e inunde todas las áreas de su vida. Cúbrele con un manto de gozo, alegría y libertad.
Rencores:
Amado Jesús, sana el depósito de su alma, arranca los rencores que le afectan y el recuerdo de los hechos que los produjeron, siembra en su mente la palabra del perdón, y cierra sus heridas.
Rechazo:
Amado Señor, restaura el alma abatida por el rechazo, unge con alegría su alma herida, levanta su auto-estima deficiente, y sana el daño producido. Llena con tu presencia consoladora su vida.

Diccionario:
Psico: prefijo que significa alma o actividad mental.
Psicología: ciencia que trata del alma, de sus facultades y operaciones.
Somático: síntoma corpóreo o material diferente del sistema psíquico.
Somatizar: Transformar los trastornos psíquicos en síntomas corporales y funcionales.
Trauma: choque o sentimiento emocional, que deja una impresión duradera en el subconsciente.
Mente: potencia intelectual del alma.
Reprimir: contener, refrenar.

“Al que arregla una pierna rota,
le llamamos traumatólogo.
El que arregla un corazón roto,

se llama Cristo”.
Pastora Ofelia Manzur de Guajardo

Principios de la Sanidad Interior


Introducción


Liberación                       Juan 8:31-34
Consolación                   Mateo 5:4
Perdón                              Lucas 24:46-47
La Sanidad Interior es la resultante de estas tres obras de gracia, que el Señor hace en nuestras vidas; tanto la liberación, como el perdón y la consolación, están estrechamente unidas para tal fin.
Ver:      Isaías 42:6-7
En ocasiones Dios comienza consolando y luego libera, en otras, quizás en la mayoría es necesario primero la liberación, la que se produce a través del entendimiento y la aceptación de su palabra.
Aquí no hablamos de expulsión de demonios, sino más bien de la “liberación” de “prisiones espirituales” en las cuales Satanás ha mantenido “preso” al hombre a lo largo de toda su vida. Este siniestro ser jamás abrirá voluntariamente las puertas de la cárcel, por lo que el hombre necesita la ayuda divina.
Ver:      2ª Timoteo 2:24-26
               Lucas 13:16
La gloriosa manifestación de Dios en Jesucristo tal como hemos visto en los pasajes bíblicos, conlleva el divino propósito de rescatar al hombre del poder del maligno, y hacer resplandecer sobre él la luz de su conocimiento.

La necesidad de Liberación
Prisiones
Salmo                 107:10-16           lenguaje doble referencia
                116:1-16              tu haz roto mis prisiones
                142:1-7                                saca mi alma de la cárcel
Vemos en Salmo 116 como el salmista describe sus sentimientos de angustia, su temor a la cercanía del sepulcro. Salmo 116:1-16.
La aflicción de espíritu y el temor habían hecho presa el alma del salmista.
El temor a la muerte es sin duda una de las primeras cadenas que Cristo nuestro Señor ha roto en los creyentes. Hebreos 2:14
En ocasiones temporalmente, aún los cristianos podemos sentirnos oprimidos o presos de diversas circunstancias; también podemos ser agobiados por “sentimientos destructivos” como la amargura, el rencor, envidias, celos, etc. o quizás, caer presos de la avaricia, la vanagloria. En estos casos, debemos, con la ayuda de la palabra de Dios, reconocer cuanto antes nuestra condición y volver a la libertad completa. La “gloriosa libertad de los hijos de Dios” como la llama San Pablo en Romanos 8:21.
 
Prisiones espirituales
El temor a la muerte                        es prisión
El rencor                                                 es prisión
La amargura de espíritu                es prisión
El pecado                                              es prisión
La envidia                                              es prisión
Los celos                                                es prisión
Los vicios                                               es prisión
Toda vez que nos vemos atrapados por una situación que no podemos controlar, debemos acudir al Señor para ser libres y recuperar el gozo de la salvación.

Cadenas Rotas”
Hechos 16:26-27          Lenguaje de doble referencia
                                               “las cadenas de todos se soltaron”

Reflexiones finales
Para los creyentes, la “Sanidad Interior” depende en gran medida de la sinceridad, el arrepentimiento, la fe y por supuesto la acción.
Hay algunas cosas importantes que debemos tener en cuenta, para que la obra amorosa de Dios sea una realidad en nuestras vidas.
* No debemos victimizarnos, y echarle la culpa siempre a los demás , o a las circunstancias “injustas” que nos tocan vivir.
* La falta de objetividad con respecto a nosotros mismos, suele ser un tropiezo serio para avanzar en el tema.
* Aconsejamos leer y releer, las palabras de Dios que nos declaran el deseo de nuestro Señor que vivamos una vida en completa libertad y confianza en nosotros mismos y fundamentalmente en sus eternas promesas.
* Es bueno hablar al respecto con otras personas que busquen la misma bendición. Podemos leer algún buen libro y por supuesto y sobre todo ORAR. Santiago 5:13 y Salmo 147:3.

El ejemplo de José    Génesis 41:50-51

Manasés            = “el que hace olvidar”                              la forma de olvido
Efraín                  = “el que hace fructificar                          es la consolación

Nuestra mente ha sido creada para “guardar”, “retener” y “archivar” recuerdos e imágenes, mejor y más eficientemente que la mejor computadora; por esa razón debemos vigilar racionalmente lo que guardamos y desechar rápidamente lo que perjudica la salud emocional. Tenemos esa capacidad de discernimiento y podemos y debemos practicarlo. 2ª Timoteo 2:23-24
“El pasado doloroso”
Cuando tenemos una puerta “abierta” que nos conecta permanentemente con un pasado doloroso, “vivimos” con ese pasado y si no renunciamos a el, no tendremos presente ni futuro.
La bolsita de huesos →   ilustración

“Cómo nuestro “pasado” puede condicionar nuestro “futuro
Si no dejamos a Dios hacer su obra sanadora en nosotros, podemos ser víctimas de nuestro pasado. Todo lo que hemos vivido antes, será un factor determinante en nuestra vida.
Si no permitimos que el Señor nos sane, lo pasado será como una muleta a la que estamos acostumbrados, en la cual nos seguimos apoyando. ¡Será la excusa para seguir cojeando!
¡...oímos decir! Yo soy así porque soy el fruto de la vida que me dieron… o, soy así porque trabajo en un medio muy duro… o, porque me crié solo y sufrí mucho.
Hay muchas “razones” valederas para ser “como somos” pero no deben convertirse en una “excusa”, y ¡mucho menos! cuando tenemos al alcance la posibilidad de cambiar por completo nuestra vida presente y asegurar nuestro futuro eterno.

El poder de la mente
Nuestra mente puede renovarse = cambiar
Pablo dice: Romanos 12:2
Nos habla de transformación y renovación (nueva vida)
Efesios 4:21-23
Dios ha dado a nuestra mente carnal, una nueva vida y ha puesto en ella sus mandamientos. Jeremías 31:33 y 34
La mente es la parte más activa en la estructura del alma, la renovación de la mente es el principio de la Sanidad Interior. Para el ser humano, el olvido es casi imposible, debemos orar a Dios y dejar que el “Consolador” el Espíritu Santo, haga su obra de restauración, lo que traerá paz y descanso a nuestras almas.
No permitamos que el pasado siga ejerciendo dominio sobre nuestro presente, cerremos las puertas espirituales que dejamos abiertas por temor o desconocimiento. Borremos definitivamente todo lo que perjudica nuestra salud mental y comencemos a escribir, una nueva historia.
Leer Filipenses 4:7-9

Jesús ha sido la única persona que ha vivido en este mundo
de un modo perfectamente sano y normal;
él conoció al hombre en el nivel más profundo, así que
deberíamos esperar que sus verdades, sus enseñanzas,
contengan las verdades psicológicas más penetrantes.
Tomado del libro; “Sanidad para los traumas emocionales”

Pastora: Ofelia Manzur de Guajardo